Hoy le ha tocado al buen Bunbury, y es que es inevitable escucharlo y no sentir que se te retuercen las entrañas...
Esa es la libertad que me enamora, la que no puedo sobrellevar, la que anhelo pero seguramente no me atreveré, la que no encaja con mi obediencia y rutina...
Una barca en el puerto me espera
no se donde me ha de llevar
no ando buscando grandeza
solo esta tristeza deseo curar
Me marcho y no pienso en la vuelta
tampoco me apena lo que dejo atrás
sólo se que lo que me queda
en un sólo bolsillo lo puedo llevar
[...]
Ni patria ni bandera
ni raza ni condición
ni límites ni fronteras
Extranjero soy