De un día para otro mi rutina fue sacudida, se rompió y me llenó de incertidumbre, no se cómo ni por qué me encariñé tanto, nunca pensé que me dolería dejarlo y mucho menos que lo extrañaría, a decir verdad siempre creí que cuando saliera de ahí mis niveles de contentez aumentarían considerablemente, pero no es así...
Aunque ya lo suponía, pues desde hace meses comenzaron los cambios que nos hicieron creer que todo mejoraría, el ambiente se notaba tenso y las cosas no pintaban bien, pero muy en el fondo todos queríamos que funcionara...
El lugar cada vez está más vacío, en los pasillos ya no se escucha música o las carcajadas de los singulares personajes que solían alegrar el ambiente, ya casi nadie dice nada, todos meditan la situación en un abrumador silencio, creo que a la mayoría los invade la misma incertidumbre que a mí...
Aprendizajes, angustias, regaños, risas, bromas, anécdotas, viernes de "cheleton", fiestas trimestrales, grandes amistades y muy buenos cuates; el lema: "No gano bien, pero como me divierto", eso era la empresa...
El viernes es mi último día ahí, la empresa como tal no durará mucho más...
