Hoy me encuentro recostada en el centro del punto de partida, mencionando tu nombre, lo hago tres veces, te invoco… así como se invocan los espíritus amantes, así como la lluvia es invocada por los chamanes, así como los vivos invocan a sus muertos, así como la luna invoca a sus estrellas, así es como Coyolxauhqui invoca a Tonatiuh, así es como la vida invoca a los valientes guerreros de sangre a viajar desde el último planeta hasta estas dolidas tierras, los llama a luchar, a pelear, a enfrentarse contra su peor enemigo, a ellos mismos, los llama para ponerlos a prueba, para que superen los más grandes obstáculos y desafíen a la vida misma, para que brinquen más allá de la Luna, para que lleguen al Sol y habiten en él, los llama para que materialicen su espíritu, permanezcan, mueran y resuciten eternos…
Estoy en el centro del punto de partida, casi desvanecida, te invoco y apareces, con la sombra que Tonatiuh provoca en la Tierra, con la sombra que Coyolxauhqui aguarda, con la inspiradora sombra con que eres capaz de convertir mis pensamientos en palabras, in xochitl - in cuicatl (la flor-el canto) que mi alma te grita, que gritará por siempre hasta que logre fundirse en ti…
Estoy en el centro del punto de partida, casi desvanecida, te invoco y apareces, con la sombra que Tonatiuh provoca en la Tierra, con la sombra que Coyolxauhqui aguarda, con la inspiradora sombra con que eres capaz de convertir mis pensamientos en palabras, in xochitl - in cuicatl (la flor-el canto) que mi alma te grita, que gritará por siempre hasta que logre fundirse en ti…