domingo, junio 14, 2009

LAS COSAS DE ESTE FIN...

Hace rato que no la pasaba tan bien, los fines de semana comienzan a ser mejores...

Casi una año de no ver al "Che" ni a Lili, y como medio año de no ir a ese lugar que tan buenas pedas me dejó.

El amigo de la Pior medio nefasto, la Sopy que no llegaba (y se perdió Sol de Media Noche y no se cuantas más), Evelyn que se fue tempra, la Pior que me abandonó (de verdad me dio sentimiento, nunca me había dejado bebiendo sola, ni pude platicar con ella a cerca de tooooodo lo que me está pasando) y además las bebidas esta vez no fueron tan buenas, pero después del tercer trago y cinco tabacos ya todo sabía bien...

Los reencuentros y los abrazos, las palabras atoradas y las mal pronunciadas, las lágrimas a punto de salir de mis ojitos, no se en realidad que tuvo esa noche rockera terminada a las 4:00am...

El saldo un dedo quemado por un cigarrillo estúpido, una cuentota en la tarjeta que aún no me sale y una gran sonrisa que estuvo a punto de hacer regresar a mi Cronópio...

El "finde" siguió el sábado con quesadillas, pulques y buena conversación, a pesar de la desvelada y la cruda ahí estaba, incluso a mi Cronópio se le veían las intenciones de quedarse a mi lado...

Pero hoy, hoy salieron varias lágrimas por cosas que no deberían importarme pero sí me importan, ya no duelen tanto como antes pero aún "pican, molestan y salpican" (dijera el SPR)...
Lo peor es que mi Cronópio marica que no aguanta nada, amenaza con alejarse de nuevo...

domingo, junio 07, 2009

PRENDIENDO LA VELADORA PA'L SANTITO...

No se exactamente que es lo que sucede pero el verlos en escena es catártico, cantar y cantar, soñar y soñar y (dijera José Alfredo), llorar y llorar; olvidarlo todo, entregarse al placer de la escucha, al sentimiento de las letras....


Aquí es donde la soledad ya no importa, aún rodeada de desconocidos (pero nunca extraños), muchos sudores, muchas voces y cientos de "Historias" creciendo y creciendo...


Rendida, con un sabor agridulce, muchas emociones encontradas, el libro de Pascual Reyes "Corazón Minado", dos cigarrillos antes de subir al taxi y una gran satisfacción brindada por haber estado ahí (y una chela bien fría), terminó la noche...


De nuevo enciendo la vela, agradeciendo al Santo de mi devoción, por ayudarme a olvidar al menos un par de horas y por hacerme recordar (con ese dolorcito masoquista), todo el fin de semana...