domingo, junio 07, 2009

PRENDIENDO LA VELADORA PA'L SANTITO...

No se exactamente que es lo que sucede pero el verlos en escena es catártico, cantar y cantar, soñar y soñar y (dijera José Alfredo), llorar y llorar; olvidarlo todo, entregarse al placer de la escucha, al sentimiento de las letras....


Aquí es donde la soledad ya no importa, aún rodeada de desconocidos (pero nunca extraños), muchos sudores, muchas voces y cientos de "Historias" creciendo y creciendo...


Rendida, con un sabor agridulce, muchas emociones encontradas, el libro de Pascual Reyes "Corazón Minado", dos cigarrillos antes de subir al taxi y una gran satisfacción brindada por haber estado ahí (y una chela bien fría), terminó la noche...


De nuevo enciendo la vela, agradeciendo al Santo de mi devoción, por ayudarme a olvidar al menos un par de horas y por hacerme recordar (con ese dolorcito masoquista), todo el fin de semana...


1 comentario:

zocadiz dijo...

Se escucha como un buen finde.