Hace varios meses que no se si tengo sueños al dormir, estoy segura que me abandonaron para migrar a un sitio mas feliz, ¡bah!, estúpidos sueños ustedes me necesitan mas a mi que yo a ustedes. El problema no es la falta de sueños, sino el exceso de pesadillas cuando uno está despierto, soy un sujeto de estudio para los especialistas: "La mujer que no tiene sueños dormida pero tiene pesadillas despierta", suena como a best seller ¿no?
Dos o tres semanas atrás me regalaron la certeza de que mis sueños habían desaparecido por completo, antes de ello sólo tenía la sospecha pero aun guardaba la esperanza de qué, en un una recóndita esquina del cerebro o el corazón, se hallaban escondidos y tal vez únicamente necesitaban algo que los hiciera asomarse a mis recuerdos, pero cuando descubres que tu sueño favorito, el recurrente, el que más disfrutas soñar se encuentra sumergido en un vívido sueño romántico a miles de kilómetros de distancia, no hay forma de reparar tu corazón o tu cerebro, no hay forma de recuperar tus sueños, más aún, cuando el muy cruel lo confiesa sin pudor alguno...
Me quedé sin sueños y me volvieron las pesadillas cuando estoy despierta, esa pesadilla que pensé se había ido para siempre, ese carrete de fotografías descoloridas que anuncian muchas de las cosas que he perdido además de los sueños contigo...
Deberlé aprender que este tipo de pérdidas no son significativas, pues como decía Calderón de la Barca: "Los sueños, sueños son..."
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